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lunes, 5 de noviembre de 2018

NUBES



Nube tras nube
nube tras nube
ahí están las historias
los genes, los secretos,
los misterios de la vida 
y la muerte,
el amor,
la pasión,
nube tras nube
nube tras nube
De nube en nube
quiero VOLAR 

miércoles, 11 de abril de 2018

EL CAMINO



No hay violencia peor que la que se disfraza de parentesco o amistad: pequeños gestos, frases sin alzar la voz. Tener una espada en la mano o incluso un arma no te hace peligroso, ni te define como persona propensa a la violencia.

Hay otros tipos de violencia más a mano: las que se escudan en la cercanía, que llegan de tu círculo más próximo: una palabra o un gesto puede herir mucho más profundo que el filo de una espada ropera o la fuerza del impacto de casquillo estriado (véase cualquier serie de tv).

La protección de este tipo de ataques es más fácil, suele darse en circunstancia extremas: ¿quien se enfrenta en estos días a una espada salvo que sea en clases de esgrima por ejemplo? O ¿a la presencia de un arma? (a no ser que seas un malote) …. afortunadamente no estamos en un país donde las armas se compran en cualquier sitio.

 En cambio esas violencia domésticas, esos pequeños terremotos que nos sacuden todos los hemos sufrido. Se da la circunstancia que además suelen ser más visibles cuando la muerte acecha en el entorno familiar. 

De repente volvemos a ser como nuestros antepasados, donde el instinto de supervivencia dictaba sus pasos. Y nos convertimos en personas toscas, carentes de empatía, preparadas únicamente para el ataque: en ocasiones como respuesta defensiva y en otros como respuesta a carencias personales. En cualquier de ambas opciones el atisbo de racionalidad desaparece, la conversación se vuelve insulto, las palabras aumentan de tamaño al subir el tono de la voz y el corazón bombea rápido para seguir el ritmo de la trifulca que acaba de iniciarse. 

No hay nada más deshonesto que no respetar la voluntad de las personas, en concreto las últimas voluntades, cuando se han manifestado en vida por activa y por pasiva y usando las herramientas legales a su alcance. Hacer oídos sordos a una declaración así es irrespetuoso.

No se si es liberador o no saber que tu muerte está próxima, probablemente dependa de cómo amanezcas y de cómo tus recuerdos se muevan en tu cabeza. No se si te da la fuerza necesaria para hacer el tránsito con ejemplaridad  o simplemente igual que has nacido te vas: con dificultad al respirar, los ojos muy abiertos y sorprendido del milagro de vida en toda su extensión.  






jueves, 30 de junio de 2016

LOS MIL NOMBRES DE ROSALIA


Tengo tantos nombres que sólo recuerdo el primero: Rosalía Lombardo.  Soy de  Palermo, con sólo dos años de edad he vivido mucho. Fui una niña muy querida, mis abuelas prestaron sus nombres para hacer el mío. Rosa y Lía, así se llamaban, las primeras que tuve.

Unas fiebres me arrebataron la vida y fui enterrada en el Monasterio de los Capuchinos. Me acicalaron con mis mejores galas y así es como ven, todos los días de nueve a trece y de quince a dieciséis horas, los turistas de las catacumbas del Monasterio, célebres, entre otras cosas, por mi presencia.

En una pequeña oquedad me dejaron, en mi cochecito de paseo y con mi colcha preferida, junto con otros cuerpos. ¡No sabía qué ocurría! Me sentía extraña, alejada de mi habitación infantil y mis cuidados primorosos, por no hablar de las deliciosas papillas que preparaba mamá. ¡Me sorprendía tanto no tener hambre y mucho menos sueño!  No podía comunicarme con mis compañeros más cercanos. Tardé en descubrir que mi nuevo estado.

Tuve que esperar a que el abad, en una de sus visitas, descubriese que el paso del tiempo no había perturbado la dulzura de mi gesto dormido y no había rastro de descomposición en mi pequeño cuerpo. Se arrodilló y exclamó: ¡ Milagro, Señor, esto es un milagro! Tan altas eran sus plegarias que desperté entendiendo lo que decía y comprendiéndolo también.

Y así fue como comencé a tener mil nombres. Pía me llamó mi segunda madre. Durante meses escuché sus oraciones, sus deseos y su corazón y no me quedó otra que  tomar partido. Me convertí en un bebé abandonado en la puerta del Monasterio, sólo visible para sus ojos. Durante dos años crecí, de nuevo, rodeada de amor y cuidados, hasta que una caída precipitó mi nueva muerte.

Recuerdo también a Allegra, otra de mis madres, que eligió para mí el nombre de Cinnia y que vino de muy lejos a buscarme. Se extendió la noticia de que abandonaban bebés en  las puertas del Monasterio. En esa ocasión, mi muerte la produjo la caída al lago, cercano a casa.

Se sucedieron otros nombres: Daniela, Alda, Bianca, Camelia, Sylvana, Idara,  Jianna, Chiara…;  otras madres: Mia, Filippa, Nydia, Emilia, Fabrizia, Gia, Albertina, Zía, …y otras muertes: asfixia, gripe, enfriamiento nocturno, una subida de acetona…

Los tiempos han cambiado y ya no escucho tantas plegarias en el Monasterio,  mis días como hija deseada no son tan recurrentes. ¡Pero sigo viva!  A veces abro los ojos en las visitas de los jueves, por pura diversión, para ver cómo caen desmayados, con el gesto asustado y es que sigo siendo una niña a la espera de mi siguiente nombre.




jueves, 23 de junio de 2016

RITA Y ÉL.



-La ciudad ha muerto. ¡Viva el fútbol! Y seguimos contándoles minuto a minuto el comienzo de esta final de infarto- escuchó Manuel por los auriculares del móvil.
Rita y él habían quedado en la puerta del estadio. A Rita,  le importaba un carajo el deporte y mucho menos el fútbol, pero Manuel había sido tan insistente y tan embaucador, que no pudo resistirse. Además llevaban pocos meses saliendo y hasta ahora, habían hecho prácticamente lo que ella quería. Pensó que era hora de compensarle. A pesar de no soportar ir con un hombre, que estaba más pendiente de la radio que de ella, ¿qué eran noventa minutos en su vida?
Manuel saludó a los amigos. Rita estaba perpleja. ¡Todos eran iguales! Uniformados, se convertían en clones unos de otros: camiseta de España, pantalón corto, zapatillas deportivas, auriculares en la oreja derecha y una incipiente barriga. ¿De dónde sale esta gente?¿dónde han quedado los trajes y sus deportivos? ¿Y a Manuel, qué le ha pasado? si parece su padre, aparenta veinte años más. Rita está arrepentida y no deja de repetir a modo de mantra «noventa minutos, sólo noventa minutos»

Al otro lado del estadio Miguel busca una entrada de última hora. Había venido a la ciudad para participar en un programa de  televisión con la esperanza de encontrar a alguien del pasado.
Hasta el día siguiente, en que acudía al plató, no tenía mejor plan que el de intentar asistir al partido del año.
Uno de los amigos clonados de Manuel dijo que estaría dispuesto a pagar unos diez mil euros por una entrada. Rita no se lo pensó dos veces y le endosó la suya, mientras hacía carantoñas a Manuel,  diciéndole al oído: cariño, no te preocupes, disfruta con tus amigos, que luego lo haremos tú y yo, como toca, en el mejor hotel de la ciudad. Te esperaré por aquí, cielo., total, sólo son noventa minutos.

        Rita escapa de la bola humana que rodea el estadio y se da de bruces con un bingo. Piensa que es un buen día para probar y entra. Le indican que no es posible, no hay nadie para jugar, el partido les ha dejado de brazos cruzados. De nuevo en la calle se dirige a unos grandes almacenes que estaban cerca, aunque no eran sus preferidos haría el esfuerzo de gastar algo de dinero. ¡Fue imposible! ¡No vio nada que le gustara! Así que optó por unirse al enemigo, después de llamar al mejor hotel de la ciudad y reservar la suite, y ver el resto del partido en un bar cercano.
        Todos los bares de la zona están llenos, oía el avance del partido por los goles que salían a gritos. Eligió uno, avanzó entre testosterona hasta el final y se dedicó a observar. Una silueta le resultaba vagamente conocida, le hizo recordar su Cuba adolescente.
        Tan ensimismada estaba en sus pensamientos, que no le vio venir, no vio cómo se abalanzaba hacía ella, diciendo su nombre: Rita, Rita, ¿verdad que eres tú? ¡Qué alegría! Ven, déjame verte. ¡Estás tremenda, mi amol! Un goolllll interrumpió los abrazos y Rita reaccionó.
       - ¿Miguel, eres tú, Miguel? ¡ No puede ser, cuánto tiempo ¡ Pero…
Y entre goles, le contó que jamás pudo olvidarla, y al enterarse del programa de televisión que ofrecía segundas oportunidades, no dudó en contar su historia y encandilar a los productores, que le pagaron el viaje de La Habana a Madrid. Mañana tenía que reunirse con ellos para la primera entrevista.
Miguel llamó a la redacción y les contó lo sucedido. Le mandarían un chofer al Ritz, para llevarle a plató. Rita le hizo prometer que jamás vería el fútbol, mientras estuviesen juntos. No quería volver a enfrentarse a noventa minutos.
Desde la cama king size del hotel, no deja repetir: noventa minutos, noventa minutos.  Lo que dura un final. Pobre Manuel.



jueves, 26 de mayo de 2016

¡ LÍNEA!

Pepita solicitó mi compañía, para acudir al Foro de ciencias ocultas y espirituales que anualmente se organiza en Madrid. A pesar de los buenos augurios que me había pronosticado la santera cubana, salí de allí igual que entré: agnóstica perdida.
-Se presentará como una famosa vidente y te dará a conocer el nombre de tu amor verdadero, ¿lo ves?, aquí lo pone, me dijo señalando una de las caracolas de mar esparcidas por la mesa.
Tenía guasa que a mis taitantos años (una mujer jamás revela su edad) me descubriese  tal misterio.  ¿Y si estaba muerto? ¡Menuda faena! peor, ¿estaba con alzhéimer y no se acordaba de que yo era su verdadero amor?, ¿y si fuese una mujer y tuviese que salir del armario? ¡Con la de artrosis que tengo! ¡Qué pereza!… Fui deslizando, con mucha sorna, éstas y otras preguntas a mi Pepita querida, entre pastas y sorbos de té.
Ella, ¡tan crédula!, tan obediente con los dictados de sus santos preferidos y de sus gurús en quiromancia. Se entregaba con igual pasión a ambos. Que había que llevar huevos a Santa Clara, para que en la comunión del nieto de Piluqui no lloviese, allí estaba ella. Que había que hacer cola en la Ermita de San Isidro para recoger agua y evitar los males de garganta, madrugaba la que más. Que las lámparas de sal eran buenas para quitar las jaquecas, ya se ocupaba de comprar una para Cuchita. Que lo mejor para la protección del hogar era una ramita de muérdago (regalada siempre) detrás de la puerta de la entrada pues nos organizaba el juego del amigo invisible para que ninguna de nosotras se quedase sin ella….. La lista era tan larga que nuestras meriendas, en el Bingo, se convertían en clases magistrales de rezos y hechizos diversos.
¡Sí! Eso era lo que nos unía: ¡el bingo!  Allí acudíamos cada tarde con las gafas bifocales bien limpias  y con los bolígrafos pasados por el manto del mismísimo San Judas Tadeo, detalle de nuestra Pepita querida. Dispuestas a cantar unos cuantos, soñando convertir la pensión, por arte de línea y bingo, en un gran viaje a Benidorm a cuerpo de reina.

Se unían a nuestras tardes: Piluqui y Cuchita, devotas en su caso de El Corte Inglés. No había nada en sus vidas que no hubiese salido de esos grandes almacenes. ¡Cómo no han contado con nosotras para el anuncio del setenta y cinco aniversario, pero si fuimos las primeras en tener su tarjeta, decían al unísono.
El azar se escapaba cada tarde entre cartones y copitas de Marie Brizard, hasta que siguiendo las instrucciones del nuevo maestro de feng-shui de Pepita, nos sentó como sigue: Piluqui al este, Cuchita al oeste, Pepita al sur y servidora al norte. ¡Ese día cantamos dos líneas!¡Estábamos como locas de contento! Las semanas siguientes mantuvimos las posiciones y al mes nos llegó el ¡Bingo!¡Qué emoción! ¡Qué alegría!¡Menudo Bingo¡ ¡Tiembla Benidorm!
Y entonces ocurrió. El camarero se acercó con cuatro copas de champán que no habíamos pedido.
-De parte de la mesa seis-nos dijo.
Las cuatro miramos con sorpresa y curiosidad a sus ocupantes: tres jóvenes guapos a rabiar,  acompañaban a una mujer de nuestra edad. Se habían levantando y avanzaban hacía nosotras.
-Queridas, llevo semanas observando vuestra técnica, mi más sincera enhorabuena, soy Divine, la famosa vidente de las madrugadas de la tele. Pepita me dio un codazo en ese momento que todavía me duele.
Y continuó:
- En concreto a ti, Pitu.
¿Pero quién le había dicho mi nombre?, pensé.  Tengo un mensaje para ti. Tomó mi mano, me miró a los ojos y sentenció:
- ¡Tu amor verdadero es….!
-¡BINGOOOO!- gritaron en la mesa de al lado.
Así supe que el bombo, los cartones, el ruido de la sala, mis amigas y sus copitas a media tarde eran  la causa de que mi corazón palpitase cada día con más fuerza.



jueves, 28 de abril de 2016

AMOR DE PRIMAVERA


¡Tenía tantas ganas de él! Hacía tiempo que no se veían y justo hoy volvían a coincidir.

Le recordaba igual de tierno y con ese olor tan penetrante que provocaba en ella una explosión termonuclear: la energía que se liberaba con sólo respirar su aroma era de tal intensidad que sus poros se abrían y sus vasos sanguíneos lo celebraban, otorgándole un bonito rubor en las mejillas y una coloración en los pezones, esto último él no podría verlo.

Él estaba caliente, era su estado natural. Todas sus citas ocurrían en el restaurante, pocas veces en casa. ¡Gozaba de un éxito arrollador! Sólo tenía que dejarse hacer, era ella la que le buscaba con su boca, la que apreciaba cada minuto que pasaba con él y la que daba sentido a su existencia.


Más que un amor de primavera era un rollito de primavera. 






jueves, 12 de junio de 2014

VENDING PRIMAVERAL




Ya dice el refrán:  la primavera la sangre altera .

Y las máquinas de vending da fe de ello. Acaso no hay nada más placentero, que liarte un cigarro (obsérvese en la imagen, una famosa marca de papel de liar), antes o después de practicar sexo lúdico y seguro (obsérvese de igual manera, los artículos destinados a tal fin), no sin antes, elegir un bocado o bebida enérgetica (completen en la imagen, la bandeja superior).

Y por último obsérvese el par de pies, quietos, expectantes ante las ofertas ofrecidas.






miércoles, 23 de abril de 2014

KEEP CALM


  Estoy abducida por la cartelería Keep Calm, proveniente del imperio británico al inicio de la segunda guerra mundial, con la única finalidad de mantener la moral en la población que sabía que pronto sería invadida.

 ¿Cómo algo tan sencillo puede dar tanto juego? Porque el mensaje es sencillo y claro. Mantén la calma (KEEP CALM), casi ná en estos días en que vamos corriendo a todas partes y con una tolerancia a la paciencia de cero patatero. 

   Os dejo parte de los que he seleccionado para estampar en camisetas y bolsas en mi nueva colección textil.


lunes, 15 de julio de 2013

LOVE ILLUMINATION




¡Toda la razón! El amor ilumina. Convertida estoy en una bombilla de gran potencia ;-)

martes, 20 de diciembre de 2011

FELICITACION

  
Como no podía de ser de otra manera, un año más, os deseo a todos, el clásico Feliz Navidad y un año nuevo lleno de:



Y buena música:(pinchad y escuchad)

martes, 13 de diciembre de 2011

POR UN PUÑADO DE SAL

    
    - Que quería sal, me dijo. ¡¿te lo puedes creer?! Yo todavía no me lo creo. ¡¿Cómo que qué hice?!Pues darle lo que me pedía...Cada vez que lo pienso, ¡No sé ni cómo paso!
   - No le des más vueltas, hija. Mientras no se vaya de la lengua. ¡nunca mejor dicho! y tu marido no se entere, ¡listo!
   - Por mi marido no hay problema, el pobre no se entera de nada. Venga, cielo, no te entretengo más, nos vemos mañana en el gimnasio.
   Cuando colgó el teléfono fue a la cocina, allí estaba el paquete de sal. Abierto todavía. Un escalofrío le recorrió el cuerpo. Hacía más de cuatro horas que se había ido y le había puesto su mundo patas arribas, por no hablar del escorzo de su cuerpo en el sofá. !Menuda excusa!, pensó. 
   Y se vio abriendo la puerta, yendo a la cocina, charlando mientras le ponía en un vaso la sal, enseñándole la casa, sentándose en el sofá mientras le decía el cutis tan bonito que tenía y le acariciaba el pelo, y luego se inclinaba hacia ella para besarla en los labios, en el cuello y esa lengua, !Dios! a la que no oponía resistencia mientras se abría paso entre sus piernas.
   Allí en el sofá, la vecina la hizo mujer.

P.D. Así se titula el microrrelato presentado y seleccionado en el III Premio de Microrelatos Eróticos Jeanne Traumnovelle, que hoy me han dejado en mi buzón. Me ha hecho mucha ilusión!

viernes, 26 de noviembre de 2010

RESUMEN

   Hoy me apropio de otras palabras, sorprendida de cuánto se puede decir con tan poco,  para hacerlas mías y saber que prefiero mil veces un "resumen" que el moderno "tq"



No existe libertad que no conozca,
Ni humillación o miedo
A los que no me haya doblegado
Por eso sé de amor,
Por eso no medito el cuerpo que te doy,
Por eso cuido tanto las cosas que te digo.


Autor. Luis García Montero.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

UNA DE HEROES

¿Quien ha pensado alguna vez en ser un superhéroe? ¿Quien se ha imaginado el uniforme? ¿Quien tendría un programa en la radio para hacerse eco de los héroes anónimos? Ahí os dejo una propuesta de traje y la historia de un héroe de gran utilidad.




DR. LIMPIO

(Extracto del programa de radio matutino “Héroes anónimos”. El locutor hace una breve presentación del héroe invitado. Como sintonía suena La Marcha Imperial)

-Es el vecino que todos quisieran tener; el hijo que todas las madres desearían; el padre con el que todos los niños sueñan; el jefe por el que los empleados no se conectarían a internet…. Ese es Dr. Limpio.
Le gusta ser discreto, a veces incluso lo dice, pero de manera inconsciente, a la vista está que un discreto jamás lo diría. Tiene tendencia a los que sus amigos denominan y dicen con cierta ironía “recoger trastos”. Se mantiene en el anonimato, prefiere observar a ser observado, le gustan los vinos afrutados, con tendencia a derramarse, se pirra por el Rey, del que defiende como buen seguidor que sigue vivo y odia ciertos alimentos que empiezan por “p”…
Hasta aquí estimados oyentes, apenas un boceto de su personalidad, ¿para qué más? cuando tenemos en nuestro estudio al héroe del día, a DR. LIMPIO.

(Desde la cabina de control, suben los decibelios de la Marcha Imperial)

- Bien queridos oyentes, como en días anteriores, como sabéis y para los que se acaban de incorporar ahora mismo, lo explicamos… a continuación realizaremos el cuestionario heroico, a nuestro invitado de hoy: DR. LIMPIO. -Buenos días y bienvenido
- Buenos días, muchas gracias.
- Sabemos que sus amigos han tenido que ser muy insistentes para que asistiera al programa ¿no es así?
- Cierto, como bien ha dicho, soy discreto.
- Amigo, le prometemos que no le pesará haber venido. Y ahora si me permite, como he adelantado a nuestros oyentes, conteste brevemente al siguiente cuestionario.
- Adelante. Esta es su radio.
- Ja,ja,ja…gracias Dr. Limpio, gracias. Ahí va la primera pregunta. Sus tres poderes preferidos y por qué?
- Umm, déjame pensar, difícil elección… como diría el tío de Peter Parker “un gran poder, conlleva una gran responsabilidad”, cualquiera podría serlo…
- Adelante, amigo, díganos…
- ¿No vale la contestación?
- Amigo, sirve, sirve, pero nuestros oyentes querrán saber más, adelante…
- En ese caso y en atención a sus oyentes, en mi hall of fame estarían: el de perderse, el de ver bien cuando no llevo el traje homologado y el KH7.
- Y ahora, Dr. Limpio, ¿explíquenos por qué? Pero antes de eso, dos segundos y volvemos.

(La cuña publicitaria utiliza una conocida escena del héroe azul de Barrio Sésamo)

-Bienvenidos nuevamente, estamos con el Dr. Limpio, que nos iba a explicar el porqué de su elección. Adelante, explique a nuestros oyentes por que prefiere eso poderes.
- Es muy sencillo. Veamos… el primero… bueno empezaré por el segundo, que es más fácil de explicar para lo no iniciados en los súperpoderes.
- Adelante, amigo.
- Me ocurre algo inaudito cuando llevo el traje de superhéroe, y es que mi poder de visión se ensombrece, algo que como puede usted imaginar perjudica mi imagen, además de hacerme más vulnerable. Parezco un vulgar miope y más con las calzas puestas.. Y ahora seguro que me preguntará ¿y por que lo he elegido?. No se moleste en preguntar ya se lo digo yo.
- Ja, ja, qué gracioso es usted.
- Mogollón, continúo explicando. Como le decía… cuando no llevo el traje, que es casi siempre y más desde que me trasladé al levante, ya sabe, un tema de temperatura, el traje da mucho calor. Bueno…continúo… que me desvío de la conversación. Se ha convertido en mi poder favorito, por una razón muy sencilla de entender, y es la siguiente, cómo cuando lo llevo, no veo, lógicamente cuando no lo llevo veo, hasta aquí todo comprendido, no?
- Si, Dr. Limpio, parece algo sencillo de entender ¿no es cierto, amigos oyentes? Pero continúe por favor.
- Aparte de la obviedad anterior, existe otro tema, mi visión es muy poderosa, se pondría comparar a la de Superman en sus mejores tiempos, pero la mía sin duda es superior. Así que ya imaginará usted, lo contento que estoy con este poder, que de hecho, puedo utilizar sin llevar el traje puesto, es como una bendición al hecho de ser héroe, me lo premian las fuerzas superiores pudiendo ver la ropa interior tan variada que llevan las chicas hoy en día… jaja… no hace falta que añada más, no?
- ¡Qué pillín, Dr. Limpio! Seguro que la mayoría de nuestros oyentes masculinos, coincidirán con usted, por no hablar, claro está, de nuestras oyentes femeninas; que hoy en día tenemos que tener mucho cuidado con las discriminaciones de género.- Desde luego usted no es un héroe al uso.
- Tiene toda la razón. Soy diferente. Continúo con el siguiente, el llamado KH7, ¿si le parece, claro?.
- Adelante, amigo, es usted terrible, no hace falta ni que le haga las preguntas.
-Y en relación al último, si me gustaría contar una anécdota que me ocurrió…quizás así, lo entiendan mejor …

-Atención, amigos, me indican desde el control de sonido que tenemos una llamada pidiéndonos paso.
-¿Si? ¿Cómo se llama amigo? ¿Quiere compartir algo con nosotros? ¿Conoce a nuestro héroe invitado?
-Buenas tardes. Me llamo Mohamed. Si, quiero contar algo. Si.
- Adelante, amigo Mohamed. Cuéntenos, cuéntenos..
- Yo conozco a Dr. Limpio.
- Bien, amigo, explíquenos cómo fue.
- Me acuerdo bien. Hace una semana y aunque todo fue muy deprisa, lo sé, era él. Estaba hablando con mi “javivi” por skype, cuando entró uno de esos oscuros, gritando.
- Disculpe, Sr. Mohamed, explique a nuestros oyentes, a quien se refiere con javivi, skype y con uno de esos oscuros. Me temo que este locutor no está al tanto de la tecnología.
- Javivi, es mi mujer, es amor en árabe. Y los oscuros, son los negros, como dicen aquí. Y el skype un programa para hablar por teléfono gratis.
- Vaya, esto último quizás se considera publicidad… pero siga, siga. Satisfecha mi curiosidad, continúe por favor.
- Entró armando jaleo, y con malos modos el oscuro quiso quitar a uno de los que había, decía que el ordenador era suyo y más cosas, que no entendíamos. Salió uno de los suyos a defenderlo. Enseguida, todos se pusieron a discutir….sacaron navajas, cuchillos… Y entonces ocurrió. Nadie se había dado cuenta de que estaba allí. Apareció de la nada… como en las películas de los amarillos, empezó a dar puñetazos por todas partes, patadas voladoras, sin estropear uno solo de los ordenadores, ¡fue increíble! Y no solo eso, lo más increíble, fue, que se fue cómo había llegado, sin darnos cuenta, pero con una gran diferencia.
- ¿Si? ¿Cual amigo?, hablemos de esa diferencia
- Cuando se fue… todo el cyber estaba limpio. Las paredes eran blancas, en lugar de grises, los teclados de los ordenadores no tenían huellas y en las pantallas te podías ver del brillo que tenían! Fue algo increíble!! Hasta el cuadro que siempre estaba torcido, estaba bien puesto.
- ¿Me está diciendo Sr. Mohamed que nuestro invitado, no sólo acabó con la pelea, sin destrozo del material, si no que además dejó el cyber como los chorros del oro? ¿Es correcto, Sr. Mohamed?
- Si, si, fue así y fue él. Yo lo ví. Bueno, yo estuve allí mientras lo hacía, porque fue todo tan rápido…pero era él!
- Gracias, Sr. Mohamed, por su testimonio, no cuelgue, mis compañeros cogerán sus datos, para mandarle un detalle, por su intervención en el programa.

(Conectan de nuevo el micrófono del invitado y el locutor no deja de darle las gracias por su silencio, mientras suena la sintonía del programa)

- Amigos, menudo programa que tenemos. Aquí estamos con Dr. Limpio, ¿algo que añadir, después de la intervención del Sr. Moha?
- No puedo añadir nada más. Mohamed dixit.
- Lástima amigo… con la cantidad de preguntas que nos quedan en el tintero, y más después de la intervención del oyente, pero se nos acaba el tiempo. Hasta aquí el programa de hoy, despedimos a nuestro particular invitado, dándole las gracias por …
(La voz del locutor, se pierde entre los compases de la Marcha Imperial).

martes, 23 de noviembre de 2010

HAPPY DAY

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domingo, 21 de noviembre de 2010

IN MEMORIAM


LA PROMESA

    Cuando ví el color de la nubes supe que no tardaría en morirme, no era adivina simplemente mi cuerpo se encontraba al límite de su resistencia y tan sólo había una razón para que se impusiera la vida en mi drogado organismo. La morfína corría por mis venas con demasiada frecuencia manteniendo mi dolor a raya. Los días para mi superaban las veinticuatro horas. el insomnio era mi compañero de cama y la habitación mi reino... y a pesar de todo quería vivir, una semana, tan sólo una semana. No necesitaba más tiempo.
    Las cosas no suelen ser agradables en estas circunstancias... y como dije al ver los destellos blancos que surgían de las nubes sabía que llegaba la hora de dejaba vencer.

    Quedaban menos de tres días para que mi hija, la pequeña, cumpliese la mayoría de edad !la niña de mis ojos!, cómo solía decir a todo el mundo y con mayor frecuencia desde que tuve noticia de mi enfermedad.
    La niña que quisé con toda mi alma que fuese un chico, idea que desapareció en cuanto me la entregaron, morenita, con mucho pelo y sonriendo, la niña de los ojos color avellana con los que desarmaba a cualquiera, mi niña, mi pequeña,  mi R, la más cariñosa, la más lista.

    !Cómo no asistir a tan importante evento! aunque estuviera sujeta a la tiranía del dolor, tan sólo apaciguado por el efecto de la morfina, no podía por menos que sacar fuerzas de flaqueza y morirme con la tranquilidad de haber sido testigo de esta fecha, liberándome además de la responsabilidad de no dejar ningún menor a cargo del que pronto sería mi viudo.

    No me gusta compadecerme de mi misma y siempre tuve presente lo que estaba viviendo, no fui engañada ni por médicos ni familiares, algo que agradecí, tomando conciencia de mi situación y pudiendo planear y casi convencer al resto, para mi despedida.

    Durante esa semana recuerdo la tibieza del sol invernal colándose por las rendijas de las persianas, olvidándome al despertar de la cuenta atrás y experimentado una leve mejoría, sin duda por el efecto de la luz. Me encontraba de humor, comía sin esfuerzo, mantenía ocupadas mis manos con labores de ganchillo y recibía con alborozo las visitas que seguían siendo innumerables.

    Procuraba mantenerme en el mundo de los vivos, prestando atención a lo que contaban mi hijas y de manera especial a la pequeña, sin duda la rutina de las clases en la Universidad les vino bien.

    Y qué decir de mi marido, siempre atento, pendiente de mi de manera casi obsesiva...recuerdo claramente nuestras manos, lo importante que era sentirlas. !Dios mio! ¿cómo pueden transmitir tanto? y los ojos !qué cantidad de cosas nos decíamos con mirarnos!.

    A nadie le gusta morir, sin duda por la educación que recibimos, nos preparan solamente para la vida. Nunca me planteé si había algo más después de la muerte, salvo la metamorfosis biológica y química del cuerpo; sin embargo, hoy puedo decir con certeza que sí hay algo más: estoy viva, gracias a la autora hace que me sigan recordando aquellos que me conocieron y aquellos a los que nunca conoceré.

    Diré para terminar que conseguí llegar a mi cita, la promesa se cumplió.






viernes, 5 de noviembre de 2010

LA SANGRE DE OTRO

   Ese era el título original de la historia que no es más que una recreación de una noticia que leí y me dejo impresionada. Hoy he decidido cambiarla. Ayer vi un cartel de camino al trabajo y hoy he salido del trabajo, con un mosqueo considerable. Hasta ahora nunca había tenido problemas con mis compañeros, hasta ahora nunca había trabajado con un familiar directo de mi jefe y este último factor ha sido determinante para la situación que se ha producido hoy.
No diré nada más. Os dejo el cartel y la historia.



   Sabes que no te sé decir que no, así que haré lo que me pides, pero…-le contestó de la misma forma, a la pregunta, que cuarenta años antes le había hecho.

   Amparo sabe que es un hombre de palabra. Lo demostró viviendo a su lado. Lo que ahora le pedía comparado con el esfuerzo de matar a un hombre joven y sano, era una menudencia. Ella apela al profundo amor que se tienen.

   Beltrán no duerme por las noches, tiene los brazos agarrotados y las manos llenas de sangre ajena; no puede hacer nada con ellos, se los mira asustado, ¡ni siquiera sabe si le pertenecen!, sin embargo son suyos aunque por ellos corra otra sangre.

   Ha cumplido su promesa, ahora podrá decirle que duerma tranquila, que él, su hombre cumplió. Se acabaron los amigos, las partidas de dominó, los chatos con la peña, los encierros de las fiestas. Beltrán se apagará, desaparecerá de la vida pública, solamente hallará consuelo en la luz cegadora que desprende ella.


   Fue así y ahora también. Desde aquel día en que su marido los presentó, recién contratado, para trabajar las tierras del camino, las que están alejadas del pueblo. Convinieron en que podría habitar la casucha- Arréglatelas con ella- le dijo entonces. Sin saber que ese día su vida ya estaba sentenciada a la voluntad de una mujer menuda de ojos negros. Comenzó su vía crucis.

   Arregló la casucha, sintiendo por primera vez el calor de un hogar y comenzaron las miradas furtivas, los vasos de agua con insinuación. Él atento, firme en su posición de jornalero; ella atrevida, arrogante en sus lances, tímida en las distancias cortas, mostrándole las señales… y él no supo decir no. Se dejó hacer, llenarse la cabeza de ideas, el cuerpo de besos y mordiscos, el miembro siempre a punto…y ella poco a poco llenando su espacio, convirtiendo la casucha en una extensión de su propia casa y él mirando con extrañeza, sin atreverse a contrariarla, únicamente con cabeza para pensar en el Alfonso, el otro, su marido –¡el día que se entere, se lía!

   Llegó el día de la promesa. Amparo estaba embarazada- No hay duda, es tu hijo- le dijo, poniéndole las manos en su vientre. Tienes que hacerlo, no hay otra salida.

   Y él sin voluntad, pensando en su único hijo, ese que les abandonaría años más tarde. Él que nunca había tenido nada, se encontraba amando a una mujer que era la esposa de otro, esperando un hijo que siempre arrastraría la vergüenza de sus padres, viviendo en una casa que no era suya y a pesar de todo, deseaba lo ajeno y por eso nubló su mente y usó las manos que le sustentaban…

   Ella se mantuvo al margen. –La familia sospecha, no podré seguir viniendo- dijo la noche anterior a que hundiese sus dedos en el cráneo del otro, del usurpador. Cuarenta años viviendo con la viscosidad de los sesos, cuarenta años al lado de la mujer que tanto ama, sin explicarse todavía el por qué.

   Amparo está segura, quiere que lo haga otra vez, que mate de nuevo. Quiere acabar con su vida, que sean sus manos, las que tanto ha besado, en las que ha buscado refugio, las que ejecuten su deseo. Sabe que nunca ha estado a la altura.

   Las paredes de la casa rezuman miedo, rabia contenida, y ella lo ve, cada vez se hace más presente. No tiene una casa, sólo un lugar donde los recuerdos vagan por el suelo, salen por los espejos y se enganchan al alma.

   Mientras esperó a que Beltrán cumpliese condena, ella murió. La mujer menuda y alegre, la mujer que era fuerte y estaba segura de su amor, se encerró en las casas del camino, trabajó las tierras que habían sido suyas, sacó adelante a sus hijos, sin hacer distinción. Él, mientras tanto, encerrado; contando los días primero, luego abandonado, vencido y quince años después: el encuentro, uno frente a otro, dos desconocidos que se amaron y necesitan seguir haciéndolo, castigados por el peso de la culpa compartida…una soledad que los reunió, en su casa sin vida, habitada por imágenes de una pasión que sintieron, por fantasmas quejosos de honor, unidos por la devoción del sacrificio del otro en un destino difícil.

   Beltrán está cansado de dar excusas. Amparo insiste, no aguanta más, pero no tiene fuerzas para hacerlo, se lo pide un día tras otro, quiere morir en sus manos, que sean ellas las que acaben con su vida- Tienes que hacerlo. No hay salida- le dice, como cuarenta años atrás.

   Procura dejar la casa limpia, a Tomy, el perro fiel, comida suficiente para una semana. Se acuesta a su lado, las pastillas todavía tardarán en hacer efecto. Él, su hombre, de nuevo cumple la promesa.

jueves, 4 de noviembre de 2010

COSAS QUE NUNCA TE DIJE


¿Quién no ha pensado alguna vez esta frase? ¿Quién se ha arrepentido de callar algo? ¿A quién le ha pesado no decir a tiempo su verdad?
Os dejo una historia de hace tiempo, no se si responde a esas preguntas, espero vuestros comentarios.


SABANAS BLANCAS


   El camarero nuevamente se acercó a la mesa veintisiete, en sus manos y encima de la bandeja bailaba un pequeño sobre a nombre de SR. VIRTUDES. Lo miró inquisitivo, ¿sería un apellido o un sobrenombre?
- ¿Sr. Virtudes?
- Sí
- Tenga, han dejado esto para usted.
- Gracias.

   Pablo esperó a que el camarero desapareciera entre las meriendas para abrir el sobre, cuyo contenido sospechaba. Con una delicadeza extrema procedió a su apertura; en efecto, la letra era de ella, a pesar de no haberla visto durante tantos años todavía recordaba sus formas redondas (las de su escritura y su cuerpo que seguían pululando en su mente)

   Estaba fuera de juego, tan solo un par de horas antes, había vuelto a escuchar su voz, después de ¿cuanto?, ¿siete?, ¿ocho años? Demasiado tiempo para llevar la cuenta de una ausencia.

  Había decidido quedarse en casa esa tarde, anulando sus escasos compromisos, prefiriendo ver pasar el tiempo, cuando el sonido metálico del teléfono le sacó de su ensimismamiento.
- ¿Si?, dígame
- Hola, soy Ana
- ¿Ana?
- Si, Ana,¿no te acuerdas de mi?
- ¡Joder, Ana, ¡qué sorpresa!
- Yaaaa
- Y...¿ A qué se debe?
- Veras, esta noche he soñado contigo y necesitaba oír tu voz...Bueno ¿qué tal estás?

   Sin apenas tiempo de reacción después de lo que había escuchado solo pudo contestar
- Bien
- Por cierto, sería mucho abusar de ti, si te pido que nos veamos, en la cafetería del “Royal” ¿te acuerdas?
- Pues...no, o sea si, no se, bueno... ¿a qué hora?
- siete ¿te parece bien?
- Vale

   La línea telefónica muerta le devolvió a la realidad, no podía creer que la conversación que tanto había deseado se hubiese producido siete años después. No quería parecer paranoico y comprobó la última llamada recibida para cerciorarse.

   Miró el reloj nervioso, ¡Dios mío, qué tarde es! Estaba desconcertado, sólo podía pensar: ¿Y si no me conoce? ¿y si no la conozco? ¿y si al final no se presenta? ¿y si no voy?......demasiados condicionales... Se tranquilizo e interpretó la llamada como una señal y dispuso que acudiría a la cita, eligiendo cuidadosamente su vestuario.

   En alerta con todos sus sentidos, Pablo, entraba en el Centro Comercial con paso decidido a la Cafetería. Tomó las escaleras mecánicas y a la altura de la cuarta planta atisbó una larga melena ¿era ella? Le pareció que si, hizo ademán de avisarla pero ¿Cómo? ¿Gritando su nombre? ¿Chistando? Decidió no precipitar las cosas, habían quedado en la Cafetería y allí se verían.



   Con los dedos temblorosos, el corazón en un puño y con la certeza de que Ana no asistiría a la cita, comenzó a leer la carta:

   "Pablo, querido. Sí, lo se, se que habíamos quedado, se que estarás sentado en la mesa que tantas veces ocupamos, se que te estarás preguntando el porqué de mi llamada. Ten paciencia, Pablo, estoy intentando darte una explicación.
   Como te he dicho es cierto que he soñado contigo y me he levantado con la necesidad imperiosa de llamarte, de oír tu voz, de saber de ti después de tantos años.... Morfeo es caprichoso o quizás no sea él y sea mi conciencia la que en forma de sueño me pide que asuma los errores del pasado, dándote explicaciones de mi abandono.
   Siete años....¡cuánto tiempo para enfrentarse al pasado y qué poco para vivir! ¿no?. ¿Y cómo empezar?. Te diré que sigo en esta caótica ciudad a pesar de haber pensado mil veces en dejarla, que durante este tiempo he teorizado con la posibilidad de encontrarte en sus calles, sin que el azar me ayudase. Que desaparecer de tu vida no me fue fácil, puedes estar seguro....pero había algo que me lo impedía. Algo que tenía que demostrarme y probarme. La verdad es que no se cómo decirlo....no encuentro las palabras. 
   Conocí a alguien que fue muy especial; ahora ya no forma parte de mi vida, pero entonces fue un torbellino que puso patas arriba toda mi existencia, me instruyó en un amor diferente, en un modo de ver la vida que yo desconocía, haciéndome protagonista de su mundo, de su casa, de sus cosas......de ella. Tú la conoces. Si Pablo, se trata de Paula, mi amiga desde el colegio, mi mentora y mi consejera en mis relaciones con las mujeres. A estas alturas decirte que soy lesbiana me parece obvio, pero también etiquetarme así; por encima de todo soy Ana la mujer que te quiso, la mujer que te debía una explicación después de tantos años, la que te confiesa lo caprichosa que ha sido la vida con ella y lo mucho que deseaba verte y la poca valentía que ha tenido, escribiendo a tropel estas palabras para que te duelan menos que habérmelas oído. Gracias por acudir a esta cita. Quizás algún día nos encontremos, el destino puede ser generoso.Tu Ana,"




   -Disculpe caballero, ¿puedo retirar, ya?
Pablo levanta la cabeza desconcertado, no sabé quien es. El camarero sigue con la interrogación colgada de su boca.
   -Ehhhhhh, si, tráigame la cuenta
   -Enseguida

   Vuelve a introducir la carta en el sobre, se encuentra cansado, abatido, infinitamente tonto, no le valen las explicaciones, Ana seguirá siendo el fantasma que está por volver.
© Historias de Eva, S.L.
Maira Gall