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jueves, 23 de julio de 2020

EL ANILLO




El anillo resalta sobre el color de su piel. Algo desproporcionado para unos dedos adolescentes. Le gusta mirarlo y recordar las palabras de su abuelo: “así siempre tendrás los amaneceres del desierto al alcance de tu mano”

-Venga Mali, pon la mesa que vamos a comer –gritó Julia desde la cocina.

Se levantó de la cama y arrastrando los pies por todo el pasillo, llegó hasta el comedor

-¿Qué te pasa hijo? Menuda cara traes! ¿Te duele algo?

-Me duele la vida- sentenció Mali.

- ¡Anda ya!¡Qué exagerado eres! Toma los cubiertos y los platos.

-Julia, en serio te lo digo. Me duele estar aquí contigo…bueno, entiéndeme..

- Ya sé que echas mucho de menos a tu familia, es normal, pero las circunstancias mandan. Además mira el lado positivo, tienes más tiempo para estar con esa chica nueva que te llama, que para mí es tu nueva novia, también puedes ir a ver a tus hermanas a Bilbao y celebrar con ellas la fiesta del cordero, y lo mejor de todo es que puedes depilarte las cejas y nadie te va a decir nada- añadió guiñándole un ojo.

- ¡Si claro, todos son ventajas! No te digo…. Se me hace raro no estar allí y mira que paso calor, que las duchas no son igual, pero…

- Es normal Mali- toma la ensalada y llévala a la mesa- Echas de menos los mimos de tu madre, irte con tu padre y hacer de traductor para las rubias de las ONG, que nos conocemos… chinchar a tus hermanas, andar todo el día descalzo e imagino que no oírme también ayuda, ¿no?- y volvió a guiñarle el ojo.

- ¡Y tanto que ayuda! ¡Menudo descanso!- rió Mali.

- ¡No te quejes! Que este año es extraño para todos. Sabes que tu hermana tampoco ha podido venir y ella sí que lo necesita, tenía que pasar la revisión de la operación de cataratas del año pasado. Lo mismo en Diciembre ya se puede viajar y podemos ir los dos.

Iba a ser su primer verano lejos de la familia, al menos de la biológica. Comprendía las circunstancias aunque se rebelaba contra ellas, haciendo la vida imposible a Julia, que desde luego no tenía la culpa, pero era más fácil responsabilizarla de todos sus males: no podría volver a pisar el campo de refugiados hasta que la situación sanitaria mundial lo autorizase, ni su familia podría recibir paquetes, ni siquiera los más pequeños, como su hermana, podrían pasar los meses de más calor en España, como venían haciendo desde 1979 y como hizo él.

Mirándose las manos, recordó que fue su abuelo el primero en animar a su madre para que él viniese a España los meses de Julio y Agosto durante tres años y más tarde cuando llegó el momento de elegir, que se quedará también a estudiar durante el curso escolar. Ahora estaba terminando formación profesional de Técnico de laboratorio.

En su futuro no veía más desierto que el del anillo de su abuelo.



jueves, 2 de julio de 2020

HYSTERIA

-Nosotros que somos criaturas de frontera tenemos un compromiso ético y moral con nuestras pacientes. Respetamos en gran medida la frontera visual para conseguir un tratamiento efectivo que alivie el insomnio, la pesadez abdominal, los espasmos musculares,  la irritabilidad e incluso la pérdida de apetito que muchas sufren. Nos preocupamos de su comodidad durante el tratamiento, desarrollando aparatos que contribuyan a ello. Déjenme que les muestre tras esta breve presentación, nuestra última innovación.
Esa noche en el club de caballeros de Londres, el silencio era un asistente más a la reunión anual del colegio de médicos. La convocatoria había tenido gran éxito, el orden del día presentaba los últimos avances en el tratamiento de la gota y la disertación con  demostración incluida, del joven Dr. Mortimer sobre histeria femenina.
Al acabar su ponencia descorrió las cortinas, dejando a la vista de todos un diván tapizado en rojo carmín y sobre él, una especie de teatrillo de guiñol, con las cortinas a juego.
En el silencio de la sala, las palabras del Dr. Mortimer retumbaron.
        -Y ahora tal y como les expliqué, trataremos a una de nuestras pacientes ante ustedes, que estará cubierta con una máscara, para preservar su intimidad y a la que llamaré Molly. Se giró hacia atrás- añadiendo: - Molly cuando quiera, estamos esperándola.
        Las carcajadas se oyeron en todo Londres, la paciente portaba una máscara de la reina Victoria, extremo que recogerían todos los periódicos de la ciudad y pondría en un aprieto al joven doctor, pero esa es otra historia.
        Una Molly desorientada tropezó con el diván, provocando todavía más hilaridad.
        -Tranquila querida,  en unos minutos estará de lo más relajada, ya lo sabe- le dijo en voz baja a la paciente, mientras colocaba de nuevo entre el diván y la paciente, el pequeño cortinaje extra.
-Caballeros, modérense- pidió Mr. Mortimer en sucesivas ocasiones hasta que las risas se fueron apagando. Con el silencio de nuevo presente, el doctor continuó sus explicaciones.
- Déjenme decir que con nuestra invención, ya no es necesario el uso de aceites ni la manipulación manual, y ahora si me lo permiten pediré al personal de este solemne club que encienda las velas que se encuentran en sus mesas, para poder dar a esta prueba empírica la intimidad necesaria.
Esperó a que la sala quedará en penumbras para añadir: En unos minutos comenzará el tratamiento, ruego guarden silencio para que pueda escuchar las indicaciones que me de Molly o las que le dé yo.
-Querida respire hondo, notará como sitúo la bola en la zona a tratar- dijo en voz baja a la paciente, para añadir en voz alta: -Estimado colegas, procedo a colocar el lollipop en la zona problemática de la paciente, en unos minutos empezará a notar un ligero cosquilleo, y a medida que vaya presionando uno de los botones del mecanismo, que con gusto, les mostraré a cada uno de ustedes a la finalización, la paciente irá transitando por diferentes estados hasta alcanzar lo que denominamos paroxismo histérico.
Molly recostada en el diván, se acomodó el cojín en la parte baja de la espalda. Y enseguida notó el frescor entre sus piernas y las abrió un poco más para facilitar al doctor su intervención. En la consulta apenas había durado unos minutos, pero con tanto público no sabía cómo respondería. Se tranquilizó pensando que no conocerían jamás su rostro.
-Y ahora señores comenzaré con una suave vibración que iré intensificando a señal de la paciente, hemos acordado que la mano derecha será más intensidad y la izquierda menos.
En un instante Molly sintió como el cosquilleo entre las piernas iba en aumento, alzó la mano derecha, suspiró profundamente y se hizo audible, volvió a levantar la mano esta vez jadeó, repitió la operación y con voz entrecortada se oyó: Oh my god!  Come on, come on, more doctor. Su cuerpo empezó a temblar, elevó sus nalgas y nuevamente la mano y un sonoro yes llenó el club, apenas habían pasado trece minutos.
Los aplausos de los asistentes se unieron al paroxismo histérico de Molly en un final inaudito en un club de Londres.

viernes, 12 de junio de 2020

PONTE MIS ZAPATOS


PONTE MIS ZAPATOS

El día amaneció lluvioso y a pesar de ello, la mayoría de puestos del Rastro mantuvieron su cita del domingo.  La tienda a esa hora no estaba muy concurrida. Un sinfín de cachivaches se extendían por el suelo y paredes, solo en las perchas estaba la ropa ordenada por colores.

La venta de ese maremágnum se destinaba a la investigación del síndrome de piel de mariposa, una enfermedad genética que hace que tengas la piel tan sensible como las alas de mariposa, de ahí su nombre.

Suele ocurrir que en todas las despedidas, son los objetos los que te siguen uniendo a las personas de las que de manera voluntaria o involuntaria (muerte) se alejan de ti. Darles una segunda oportunidad a esos objetos es una forma de liberación en el primer caso o de apego a los que se han ido en el segundo.

Entró con una gran bolsa y al hacerlo sonó un tintineo de cascabeles para avisar a las voluntarias  que a esa hora estaban en la trastienda. Había llevado los trajes de chaqueta de su padre, las camisas de vestir, cazadoras de todas las tallas que había tenido y sus últimos zapatos. Los donó a la tienda, sintiendo una punzada de arrepentimiento… sólo eran objetos, pero eran suyos! Algunos todavía conservaban su olor.

Se quedó merodeando por la tienda, le costaba decir adiós a sus cosas, tanto como le costó darse cuenta de que no podría volver a oír su voz. Se entretuvo en la cesta de libros, luego revolvió sin ganas las perchas y sopesó la compra de alguno de los bolsos expuestos en las estanterías.

El tintineo de la puerta volvió a sonar, un hombre de unos cuarenta y cinco años, con un paraguas medio roto y unas gafas llenas de gotitas entró. Saludó con acento francés y se acercó al mostrador a preguntar si había entrado algo nuevo.

Y la magia de la comunicación no verbal se hizo patente. Una de las voluntarias la miró, ella asintió, a su vez la voluntaria asintió con la cabeza al hombre e hizo un ademán con la mano para que esperase. Se metió a la trastienda y sacó las bolsas de ropa y zapatos que esa misma mañana ella había donado.

El salió de la tienda, con las gafas secas, zapatos nuevos y un par de pantalones y la promesa de venir a por más. Ella salió con una gran sonrisa y  la certeza de saber que las suelas de su padre todavía andarían muchos kilómetros y sus pantalones andarían de nuevo por el centro de Madrid que tanto le gustaba y el plus de colaborar con un síndrome tan jodido como bonito su nombre.


viernes, 30 de noviembre de 2018

LA EX DE ADAN



COCINA

Fue repentino, la idea vino mientras se depilaba el bigote. Ya tenía nombre artístico: la ex de Adán. Siempre se imaginó este momento con más glamour, pero la vida es caprichosa.

Tenía nombre artístico y le parecía brillante. Ahora sólo había que buscar una disciplina artística donde repuntar, para hacer uso de su alter ego. Probó como youtuber, pero no tenía frescura al editar los videos. También como instagramer, aunque no acababa de enfocar bien las cosas J. Se pasó luego a tuitera … ciento cuarenta caracteres eran pocos para expresar su vena artística y lo de bloguera ya le parecía casi vintage.

Descubrió que tenía que probar otros medios. Y viendo el solar enfrente de su casa, tuvó una idea. Probó como grafitera y ahí es donde cosechó sus mayores éxitos.

“El primero nunca se olvida” decía en todas sus entrevistas ¿Quieres que te diga lo que ponía?- añadía cada vez que le hacían la pregunta de cómo empezó. Y con una sonrisa, pedía un folio y reproducía de nuevo su grafiti.

Más que grafitis lo suyo eran haikus de barrio:

PURA MATEMATICA:
¿Eva se separó de Adán?
No tenía ni idea. Aunque es obvio
Cómo si no, nos poblarían.

COCINA:
Pinchas, en tu interior siempre
aunque tus formas sean sinuosas y suaves
no nos engañas más: cuchara

miércoles, 11 de abril de 2018

EL CAMINO



No hay violencia peor que la que se disfraza de parentesco o amistad: pequeños gestos, frases sin alzar la voz. Tener una espada en la mano o incluso un arma no te hace peligroso, ni te define como persona propensa a la violencia.

Hay otros tipos de violencia más a mano: las que se escudan en la cercanía, que llegan de tu círculo más próximo: una palabra o un gesto puede herir mucho más profundo que el filo de una espada ropera o la fuerza del impacto de casquillo estriado (véase cualquier serie de tv).

La protección de este tipo de ataques es más fácil, suele darse en circunstancia extremas: ¿quien se enfrenta en estos días a una espada salvo que sea en clases de esgrima por ejemplo? O ¿a la presencia de un arma? (a no ser que seas un malote) …. afortunadamente no estamos en un país donde las armas se compran en cualquier sitio.

 En cambio esas violencia domésticas, esos pequeños terremotos que nos sacuden todos los hemos sufrido. Se da la circunstancia que además suelen ser más visibles cuando la muerte acecha en el entorno familiar. 

De repente volvemos a ser como nuestros antepasados, donde el instinto de supervivencia dictaba sus pasos. Y nos convertimos en personas toscas, carentes de empatía, preparadas únicamente para el ataque: en ocasiones como respuesta defensiva y en otros como respuesta a carencias personales. En cualquier de ambas opciones el atisbo de racionalidad desaparece, la conversación se vuelve insulto, las palabras aumentan de tamaño al subir el tono de la voz y el corazón bombea rápido para seguir el ritmo de la trifulca que acaba de iniciarse. 

No hay nada más deshonesto que no respetar la voluntad de las personas, en concreto las últimas voluntades, cuando se han manifestado en vida por activa y por pasiva y usando las herramientas legales a su alcance. Hacer oídos sordos a una declaración así es irrespetuoso.

No se si es liberador o no saber que tu muerte está próxima, probablemente dependa de cómo amanezcas y de cómo tus recuerdos se muevan en tu cabeza. No se si te da la fuerza necesaria para hacer el tránsito con ejemplaridad  o simplemente igual que has nacido te vas: con dificultad al respirar, los ojos muy abiertos y sorprendido del milagro de vida en toda su extensión.  






martes, 6 de marzo de 2018

DIEZ GRADOS




El olor se hacía insoportable, llevaba horas con la careta puesta. El peto mantenía sus senos apretados, el tórax a cubierto y el sonido del corazón amortiguado. La posición exigía de una concentración continúa y sus pies, algo anárquicos, sólo la lograban después de horas de asalto.


Durante su formación la habían entrenado para ese escenario, le habían explicado cuales debían ser las zonas a evitar y los puntos  que debía proteger. Y por supuesto las líneas de ataque, las que provocaban heridas leves y las otras.

En las manos unos guantes para evitar que el sudor tomase las riendas. Y en la prolongación de su muñeca derecha la espada, para más señas una ropera. Todo estaba listo, el juego de rol comenzaba.


martes, 30 de enero de 2018

EL FUTURO YA ESTA AQUI


Pensé que tardaría en hacer mía esta frase. Ha sido más pronto de lo que esperaba y a las pruebas me remito...
No hay nada como comprarte una casa y ponerme a buscar lámparas para descubrirlo. Entre la sostenibilidad del planeta (léase foco o lámpara de led) y el futuro hay un paso y se llama bluetooth…
¡Sí, señores y señoras del jurado! ¡Lo que acaban de escuchar! ¡Bluetooth!
¡A través de mi móvil, descargando una aplicación puedo elegir y cambiar la luz de la habitación! Puede elegir desde el azul isla del Caribe, hasta el amarillo puesta de sol, pasando por el verde hierba recién segada... y encima a un precio más que razonable!


¡Aluciflipante! 😊 y ésta también es una palabra el futuro, aunque me gusta bastante menos que mi nuevo led 💡

martes, 23 de enero de 2018

MAPAS

MAPAS

    Las puertas de mi armario están empapeladas con mapas. Todos los días al levantarme tengo el mundo a mis pies.  Hasta que una mañana compruebo ¡que un país se ha movido! Me acerco con algo de temor y sorpresa. Descubro que Japón ha decidido pasarse al Atlántico. Por la mañana les dejo anexionándose a España, al mediodía vuelven a ser una isla, una más de las Azores y por la noche ha tomado de nuevo su lugar. Con una salvedad:Han izado una gran bandera, que lejos de tener el sol naciente, parece shôdo.. Me acerco y no soy capaz de saber qué pone. Con una lupa consigo leer: "Siempre hay una historia en lo más cercano"




jueves, 21 de diciembre de 2017

PERDER EL NORTE



   Y para acabar este año que ha sido tan intenso y tan nefasto a la vez. Un poco de humor...que siempre ayuda.


MEMORIAS DE UN MAGO 

¡Fuimos los Reyes! Durante siglos no tuvimos competencia, año tras año nos consideraron únicos ¡los mejores magos! Y no exagero un ápice.
Hasta que esa compañía lo cambió todo, empezó tímidamente en Boston, luego llegó a San Francisco y Chicago... la carne de reno fue la responsable, la comercializaron hasta la saciedad. ¿Cuándo cambió todo? En Diciembre de 1926 un golpe de efecto truncó nuestro destino  ¡Como iba a olvidar a esos  renos de nariz roja!
La empresa se unió a los almacenes más famosos de Estados Unidos y la campaña de marketing navideña fue feroz. Perdimos el Norte, se lo tuvimos que dejar al gordinflón de Santa Claus y a sus estúpidos bichos, a nosotros nos quedaría en exclusiva la Estrella de Oriente.





jueves, 16 de noviembre de 2017

RUMBA





   Todos los días muero un poco y no es merito mío, sólo se trata de una condición indispensable para cumplir la definición de "ser vivo". Y eso me iguala al resto.

   Lo que me diferencia y cada vez menos, es que me he convertido en un zombi. Ha ocurrido cómo suele verse en las películas de género, poco a poco, sin avisar, hasta convertirnos en legión. Empieza con una petición de firma en la calle contra los recortes y ¡Claro! lo haces. Luego sigue con una suscripción a una revista de tu interés, más tarde, con una radiografía de tu vida laboral en una red social para conseguir trabajo y poco después le das al placer de comprobar cuánto eres de atractiv@ en otra red... Y lo más novedoso, las apps del móvil, una puerta por la que mostrar tus más íntimos dígitos.

   Y cuando quieres darte cuenta ¡ZAS! tus datos personales se han convertido en tu zombi, que sin voluntad propia habita redes sociales, alimenta estadísticas de empresas que cotizan en bolsa, foros de opinión en países lejanos y mediante el rito de la robotización informática, me convierten en un muerto viviente.

   Y yo sólo sueño con ser rumbera y que me canten: no estaba muerta, no,no, no esta muerta, no,no, estaba de parranda...

martes, 9 de mayo de 2017

FRANKENSTEIN

FRANKENSTEIN

    Una semana he tardado en armar la mesa, como si se tratase un mueble  del ikea, de impronunciable al que acompañan unas sencillas instrucciones, en teoría.
    Victor Grippo propone la suya. 

Resultado de imagen de victor grippo la mesa

   Y la mía, es un frankenstein de madera que cobra vida con los impulsos eléctricos de mis neuronas al recordar cada una de sus partes:
    -las peanas cuadradas y robustas de roble, donde jugaba a inventar un mundo diferente para las muñecas que bajo ellas escondía, en el piso de barrio; 
    -un tablero rectangular grande, de formica, que acogió el cuerpo de mi abuelo paterno en su velatorio, en la planta baja de la casa del pueblo; 
    -un tablero, esta vez circular, bajo cuyas faldas calentábamos pies y piernas la tardes de visita a mi abuela materna;
    - el mármol frío de la mesa de la terraza en la casa de veraneo, que invitaba a tomar helados y dejar las mejillas pegadas en las siestas calurosas mientras los demás dormían; 
    - el banco de cocina grande y espacioso, en el chalet, donde mi madre me enseñaba los efectos de la levadura sobre la harina; 
    - las sencillas borriquetas que sustentaban el cristal templado y se convertían en pieza de diseño cuando abandoné el nido familiar para crear el mio. 

    Y por último, la mesa sobre la que escribo, leo y como a diario, herencia familiar de estilo castellano, con sus bases en forma de lira y sujetas por un par de hierros que me recuerdan a las espadas que ocultaban bajo sus capas, los caballeros castellanos.

   En otras mesas más me he apoyado y otras muchas vendrán. ¡Frankestein seguirá.!

jueves, 30 de junio de 2016

LOS MIL NOMBRES DE ROSALIA


Tengo tantos nombres que sólo recuerdo el primero: Rosalía Lombardo.  Soy de  Palermo, con sólo dos años de edad he vivido mucho. Fui una niña muy querida, mis abuelas prestaron sus nombres para hacer el mío. Rosa y Lía, así se llamaban, las primeras que tuve.

Unas fiebres me arrebataron la vida y fui enterrada en el Monasterio de los Capuchinos. Me acicalaron con mis mejores galas y así es como ven, todos los días de nueve a trece y de quince a dieciséis horas, los turistas de las catacumbas del Monasterio, célebres, entre otras cosas, por mi presencia.

En una pequeña oquedad me dejaron, en mi cochecito de paseo y con mi colcha preferida, junto con otros cuerpos. ¡No sabía qué ocurría! Me sentía extraña, alejada de mi habitación infantil y mis cuidados primorosos, por no hablar de las deliciosas papillas que preparaba mamá. ¡Me sorprendía tanto no tener hambre y mucho menos sueño!  No podía comunicarme con mis compañeros más cercanos. Tardé en descubrir que mi nuevo estado.

Tuve que esperar a que el abad, en una de sus visitas, descubriese que el paso del tiempo no había perturbado la dulzura de mi gesto dormido y no había rastro de descomposición en mi pequeño cuerpo. Se arrodilló y exclamó: ¡ Milagro, Señor, esto es un milagro! Tan altas eran sus plegarias que desperté entendiendo lo que decía y comprendiéndolo también.

Y así fue como comencé a tener mil nombres. Pía me llamó mi segunda madre. Durante meses escuché sus oraciones, sus deseos y su corazón y no me quedó otra que  tomar partido. Me convertí en un bebé abandonado en la puerta del Monasterio, sólo visible para sus ojos. Durante dos años crecí, de nuevo, rodeada de amor y cuidados, hasta que una caída precipitó mi nueva muerte.

Recuerdo también a Allegra, otra de mis madres, que eligió para mí el nombre de Cinnia y que vino de muy lejos a buscarme. Se extendió la noticia de que abandonaban bebés en  las puertas del Monasterio. En esa ocasión, mi muerte la produjo la caída al lago, cercano a casa.

Se sucedieron otros nombres: Daniela, Alda, Bianca, Camelia, Sylvana, Idara,  Jianna, Chiara…;  otras madres: Mia, Filippa, Nydia, Emilia, Fabrizia, Gia, Albertina, Zía, …y otras muertes: asfixia, gripe, enfriamiento nocturno, una subida de acetona…

Los tiempos han cambiado y ya no escucho tantas plegarias en el Monasterio,  mis días como hija deseada no son tan recurrentes. ¡Pero sigo viva!  A veces abro los ojos en las visitas de los jueves, por pura diversión, para ver cómo caen desmayados, con el gesto asustado y es que sigo siendo una niña a la espera de mi siguiente nombre.




jueves, 14 de abril de 2016

LA VIUDA





-¿Quién anda ahí?- pregunta Larissa, mientras abraza a su Ibrahim con fuerza. Lleva tres noches en el campamento y todavía no se acostumbra.
De día las cosas se ven mejor: su hijo juega con otros niños,  ella intenta dormir algo para estar de nuevo alerta por la noche, se pega tanto a su cuerpo la tiara de boda que le hace daño. No para de hablar de su marido en presente, así evita moscones y problemas.

-¿Quién anda ahí?- Y esta vez es el sonido del aire, golpeando en la tienda de campaña que le han asignado el que contesta. 

jueves, 17 de marzo de 2016

ZENTAGLE


jueves, 3 de marzo de 2016

LA MASIA


Sábanas al sol los viernes, todos los viernes. Tendidas, se antojaban velas a punto de zarpar entre los naranjos que rodeaban la casa. Y las ventanas abiertas de par en par, respirando aire limpio para soltarlo por la noche entre jadeos. 

Peluquería los sábados, allí mismo, en casa. Los días claros, la mayoría, en el porche trasero y cuando la lluvia les saludaba, dentro. Y visita al mercado, ¡claro! Cada semana le tocaba a una bajar. Además de frutas y verduras, traían trapos, ropa interior y los encargos personales.

El fin de semana se llenaba de gente. No daban a basto para reponer toda la mercancía. Había mucho que hacer.

No estaba cerca de ningún sitio, pero todos sabían cómo llegar a la finca. En la entrada principal, habían dispuesto una zona de aparcamiento, muy rústica. Todavía conservaba intactas la rejería de los balcones de la fachada y las baldosas decoradas, el resto se había ido modificando. Una sucesión de pasillos lo habitaban.

Los lunes se colgaba el cartel de «Cerrado por descanso del personal». Entonces se podía oír el rumor del agua en la acequia cercana, algún tractor, el murmullo de las chicas hablando por sus móviles o jugando al sambori  en el porche trasero.

Los martes, la casa empezaba de nuevo a recibir visitas. Los miércoles se conocían como «noche oriental»  porque la mayoría eran chinos. Y desde que alguien inventó los juernes, era el día de más afluencia, incluso superaba la del fin de semana. 

       Y en esa sucesión de días, la masía seguía acogiendo y soportando cuerpos en busca de sexo y de vidas nuevas, según el lado de la cama que ocupasen.



jueves, 22 de mayo de 2014

BLABLACAR

He vuelto a las andadas. 




A mis experimentos.

A probar las cosas antes de que me las cuenten y me ha gustado, ¡sí!. Me ha gustado el rollo este de economía colaborativa (menudo palabro, eh?). 

En realidad es mucho más fácil decir compartir viaje, pero estamos en la época de nombrar a las cosas de otra manera, decir sin decir nada o muy poco, algo muy común entre los políticos últimamente (aunque esa es otra historia y otro experimento :-).

El caso es que he compartido mi viaje de ida y de vuelta al mar y la experiencia ha sido muy buena. Hasta mi bolsillo lo ha celebrado. :-)

sábado, 15 de marzo de 2014

LA PIEL DEL AGUA

  Como el conejo de Alicia, acudí corriendo reloj en mano a mi cita, con la hora pegada al culo, lancé besos a mis acompañantes y me dejé arrastrar hacia el interior de la sala.
   Un olor intenso se apoderó de mi nariz y apartando telas a modo de laberinto accedí a una pequeña sala llena de cojines y cestos de naranjas. Así era el escenario de la obra de teatro, que ví ayer y de la que formé parte.
   Por cada peladura de naranja, un pensamiento; por cada mondadura que se cosía una prenda. Y envueltas en suaves paños de algodón, pasamos a otra sala, más íntima, dispuestas a dejarnos mojar.
     Veinticuatro mujeres sin apenas conexión con un hilo conductor: el agua sobre nuestra piel. Desnudamos nuestros cuerpos y algunos pensamientos. Cantamos y bailamos. Ya no cuento más ;-)

   De nuevo atravesé el laberinto y salí pegada al teléfono, no sin antes decir al chico que estaba en la puerta:- ¡qué pena que seas hombre!.

   Y esta frase seguro que la comparten las veinticuatro mujeres que por sesión, pueden disfrutar de esta obra de teatro.

   P.D. Chicas, me gusta vuestro aire :-)

jueves, 19 de septiembre de 2013

DALI



   Y nada mejor que mucho surrealismo para celebrar la vuelta de vacaciones, todo ello patrocinado por una amiga que ya la quisiera Almodovar. Tiene guasa la cosa que la exposición de Dalí (la GRAN exposición), abierta desde el día 27 de Abril, (cumpleaños de mi amiga) hasta el 2 de Septiembre... haya sido el último día, casi in extremis, cuando hemos conseguido, con perfomance incluida las entradas.

   La secuencia es la siguiente: 
   Cola gigantesca para adquirir entrada.
   Empleada de museo que corta la cola y dice:- Hasta aquí os podéis quedar. 
  Monólogo con voz entrecortada y ojos llorosos de mi amiga:- ¡No, por favor! ¡Déjame! No puedo no ver la exposición! He salido del trabajo, corriendo, he tenido que dejar el coche en el... y además...estamos con el tema de la sanidad.....¡es mi sueño verla!
   Empleada de Museo que duda, y al final accede, no sin antes decir: Pégate a los de adelante como si los conocieras.
   Amiga soltando el rollo a los de delante, mientras ve acercarse la taquilla.
   
   Foto de las entradas y el cuadro de la "Persistencia de la memoria" marcan el final de la historia y el comienzo de la Exposición.

    Al día siguiente, mirando con desdén a los que hacían cola, entramos las tres marías a ver el universo de Dalí, un cachondo integral entre otras muchas cosas.
  

   
   







miércoles, 3 de julio de 2013

MANÍA

 Siempre andaba mirando al suelo, no era timidez como podrían deducir al observarla, sino la idea infantil de que si fijaba la vista en el pavimento se encontraría dinero.
   Esta costumbre comenzó el día que aparecieron a sus pies un par de billetes de cien de las antiguas pesetas y le había causado muchos problemas en su vida.
   Podía hablar de los diferentes suelos de los países que había visitado y poco de sus edificios más emblemáticos. Era capaz de distinguir perfectamente el adoquín romano del lisboeta, incluso el holandés, apreciar el suelo de madera de la plaza  de Armas de la Habana (con el único fin de minimizar el ruido de los carruajes coloniales) y describir con detalle el óptico parqué del Louvre.
   Por no hablar de sus relaciones con el género masculino, que le atribuían una gran dosis de pudor e introspección en sus paseos, cuando sólo se trataba de una  costumbre infantil.
   Fue consciente realmente de su problema, el día que su novio piloto le pidió matrimonio con un cartel volador; cuando todos su amigos le felicitaron por el enlace y ella no sabía a qué se referían.

   Así que estuvo pensando cómo ponerle fin a esa desafortunada costumbre y el verano fue su aliado. Tenía unas sandalias cómodas, adornadas con unos pompones horribles; pensando cómo darles un nuevo uso, apareció su brillante idea. Los arrancó y en su lugar puso, lo que en la foto se aprecia.

   Así tenía la seguridad, que siempre encontraría dinero, al mirar al suelo. Con esa sencilla acción, pudo disfrutar ese verano de la nueva petición que su novio le hizo, esta vez en globo y con dos copitas de champagne. Mirándole a los ojos, le dijo sí.


lunes, 17 de junio de 2013

MADRID re-ACTIVA

   Antes, durante y después de intentar comprar tiempo en la calle Preciados ;.),  he estado colaborando en la creación y montaje de la exposición que ha tenido lugar en La casa Encendida, en el Torreón 2 de su terraza, durante dos semanas, con el título de Madrid Re-Activa.

   Ha sido una experiencia enriquecedora, divertida, estresante, y por encima de todo muy participativa, donde cada paso dado, ha sido consensuado por las integrantes (todas chicas, ¡cómo no!) del equipo de trabajo.

   En la inauguración me acompañaron los besos de mis sobrinos y sus padres, los abrazos de los amigos, el calor de mi guardián y el siguiente monstruito hinchable.



   Dejo fotos del alfa y el omega, vamos! del inicio y el final de la exposición. Y entre medias de los pines con los que se obsequiaba a quienes dejaran su opinión en la misma, hechos made in Eva.









© Historias de Eva, S.L.
Maira Gall