Es mi
primera noche en el museo, no hay mucho que hacer. El trabajo ideal para un insomne como
yo.
Ha
llegado el compañero de relevo y me ha preguntado ¿Qué tal la noche, algún
ruido?- Ya le he dicho: mucho crujido de madera- ¿Y no has oído más?- ha insistido
–No, salvo mis pisadas ¿por?- he preguntado- Nada, nada...ya lo escucharás.
La
semana ha transcurrido tranquila, he ido aprendiéndome los recovecos de cada
estancia y he disfrutado del jardín. Anoche creí ver una sombra entre los
árboles.
Hoy
me han comunicado que en quince días se organizará la noche de los teatros y estaré
controlando el aforo del jardín, donde habrá una pequeña representación. Mi
turno cambiará mientras duren los preparativos.
He acompañado
a los actores a la zona habilitada para camerinos, para su primera toma de
contacto. Sólo son dos: un chico rubio, alto y flaco y su compañera, una morena
bajita y preciosa.
Llevan
toda la semana ensayando. Se enfundan en sus trajes de época y recorren el
jardín. En el brocal del pozo, ella se inclina hacia él, rozándole con sus
pechos. Él esquivo, se echa hacia atrás y se da un golpe con la polea.- Joder,
Lola- exclama- ¿joder qué? déjame ver- le dice ella.- ¡Menudo empujón me has
dado, con esas tetazas!- le contesta él, llevándose la mano a la cabeza. ¡Hasta
sangre me has hecho!- mostrando la mano- Exagerado, no será para tanto. Acudo
con el botiquín, no es grave. Ella no para de reír, mientras le pongo un
apósito.-No me hace ni pizca de gracia. Esta vez te juro que lo dejo- dice él.
–No me gusta tu tono. Venga, vamos a seguir con el ensayo, que lo necesitamos.-
Paso-le contesta él- Vete a la mierda- responde. Sin intervenir recojo y me
alejo silencioso.
Es él
quien más tarde me dice:-Estoy harto, lo suyo no es normal. Me siento acosado,
no quiero nada. ¡Maldigo la noche que dije si! No digo nada, el sigue hablando.
Lola se marcha sentenciándonos con la mirada.
El
compañero de relevo me ha acaba de mandar un enlace del periódico: “Suspendida
la representación teatral programada en el jardín de la casa museo, por la
aparición en el mismo, del cuerpo sin vida de uno de los actores participantes,
un varón de unos 35 años que responde a las iniciales I.S. Se desconocen las
causas.”
En el silencio de la noche, la polea del
pozo no para de moverse, apenas sopla el aire. Sé que es él.
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