viernes, 13 de noviembre de 2020

EL Pre- DRAGON

Imitando a Ana María Shua.... 


EL Pre- DRAGON

Gabriel sacrificó sus dos alas, una por pura necesidad y la otra por el prójimo, cómo su código genético le ordenada. Ocurrió en la demolición del castillo.

-Venga, hostia, no lo pienses, todos tenemos hambre, mírate, mírame, míralos, no duraremos mucho. Hazlo rápido.

Escupió su aliento de fuego y cauterizó las heridas. El olor a carne quemada le penetró tan profundamente que calmó su hambre para siempre. La familia de vampiros, en cambio, devoró hasta las plumas más pequeñas,  esa sería la última carne que comieran, algo cambió en sus metabolismos, la única proteína que podrían ingerir en el futuro sería la vegetal.

        Él sin embargo no participó en el banquete alado, se mantuvo alejado, enmarañado en sus ideas de grandeza y dinero fácil. A sus ojos aquellos seres hambrientos eran su solución.


"El dragón"

El problema es que el dragón no sabe hacer nada. Está demasiado viejo para volar y logra apenas un patético revoloteo de gallina. Aunque un par de columnas de humo se elevan débilmente de sus narinas escamosas, ya no es capaz de expeler su fuego vengador. Es interesante, le dice el director, muy interesante, pero más apropiado para un zoológico que para un circo. Embalsamado, en su momento, podrá vendérselo por una buena suma a cualquier museo.
Y el dueño, o tal vez el representante del dragón, se va del circo desalentado, arrastrando su cansina, una familia de vampiros vegetarianos, un ex-ángel que exhibe torpemente los muñones de sus alas mutiladas.
(De Fenómenos de circo)

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