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miércoles, 18 de octubre de 2017

EL COMBATE


… 1.- ¡Qué asco! ¡Otra vez el regusto en la boca! 
...2.- ¡Levántate!
…3.- ¡Joder, no puedo ni moverme!
…4.- ¡Inténtalo, campeón!
...5.- Ostia tío, levanta ya
...6.- Serás gilipollas
...7.- Me estoy poniendo muy, muy nervioso
...8.- Joder, no veo
…9.- ¡Levántate, negro!
...10.- ¡Nooo, Réferi, cabrón! ¡No toques la campana!

En los dos últimos combates estabas bien, campeón. Tu juego de piernas rápido y tu izquierda un cañón, si no que se lo pregunten al último que chupó la lona. ¿En qué cojones estabas pensando tío? ¡Levántate ya! ¡Me has jodido campeón!  Lo aposté todo por ti, negro, hasta la indemnización del seguro de Pam.

 Y ¿qué coño es esa luz? ¡No, putos fotógrafos!. Ahora empiezan mis problemas, sabrán que mentí.

jueves, 14 de febrero de 2013

BILDERBERG Y WASHI TAPE

   ¡Ayer lo ví claro! Hace tiempo me hablaron del club Bilderberg y en su día no le dí ninguna importancia, es más pensé que era una chaladura (me encanta esta palabra), pero al oír las noticias, de repente he visto una mesa de despacho grande de caoba (o en su defecto de madera noble) rodeada de cabezas arremolinadas entorno a un mapamundi, moviendo fichas verdes hacia España, como si de un risk se tratase, decidiendo que los hilos que previamente han movido ya han dado sus frutos (despido fácil no, lo siguiente y otras medidas). Decidiendo igualmente llevarse de vacaciones a otro país a la dichosa prima (que hasta la publicidad nos la meten).
   Y después de esta visión, aterrizó en otra noticia que me deja con un interrogante en la cabeza: el ayudante de cocina envenenador. En Crimonología nos decían que las mujeres eran las envenenadoras por excelencia (es una forma de matar sin usar violencia, al menos directa), pero éste debe ser la excepción que confirma la regla. No dejo de imaginar al cocinero pendiente de cocer las patatas asesinas (más bien cachelos, por la zona) para que "estuvieran de muerte" (lo admitoo, es un chiste fácil). Más allá del chiste, intento entender que puede llevar a una persona a eso, cómo intento entender otras reacciones de gente a mi alrededor que no ofrecen explicación posible.
   Y mi interrogante sigue creciendo, eso si, forrado de washi tape que una es muy moderna y le da al DIY en cuanto tiene ocasión.




martes, 29 de mayo de 2012

EL HOMBRE Y LA BESTIA

   Todas las semanas veo esta escultura. Todas las semanas me perturba. Todas las semanas pienso en las fauces del cocodrilo y en lo que parece ser un hombre sometiendo a la bestia; aunque sólo lo parece, porque si me fijo comparten dos de sus extremidades. 
   Y es que en el fondo, todos llevamos una bestia dentro. A veces duele descubrir todo el daño que pueden hacerte. Por fortuna si te lames las heridas a tiempo, las marcas de sus fauces duelen menos.

© Historias de Eva, S.L.
Maira Gall