- Mariano, ¡atención! prepárate, por ahí viene una.
- ¡Joer, macho! menos mal. Ya pensaba que hoy no íbamos a tener visita.
- Venga, al lío. Entremos a la sala y apostamos.
- ¿Quien empieza hoy?- preguntó Ramirez
- El que saque la sota de bastos- contestó Molina, mientras pasaba ritmicamente las cartas de una mano a otra- hace la apuesta.
Alargó la baraja hacia Ramirez, para que tomase una carta. Una tras otra fueron cayendo en la mesa, hasta que la sota de bastos hizo su aparición.
- ¡ Joer macho! hoy es tu día de suerte. Venga, dí...
- Espera... déjame que fije un poco en quien se acerca... chaqueta de cuero, botas altas, bolso de marca grande.... uff. Me apuesto el café y el Marca de toda la semana.
- Hecho. ¿Qué cantidad?
- Doscientos euros- contestó Molina.
- Ja ja, está no tiene un chavo- yo digo que no tiene fondos y te gano.
Ahí estaban los dos empleados del banco, en la sala de grabación, apostándose "el café y el Marca de toda una semana" para ver si la chica que estaba operando con su tarjeta en el cajero automático sacaba doscientos euros o por el contrario le salía el mensaje de saldo no disponible. Así se entretenían en el trabajo, desde que la crisis les había dejado sin créditos y préstamos que dar, con demasiados morosos a los que llamar.