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jueves, 22 de marzo de 2012

LA BARBA

 - ¡Eres lo del dentro del ocho!-le puso en el wassup y él al leerlo se atusó la barba.
   Jaime era un tímido de manual. Uno de los signos evidentes, que los más cercanos podían descifrar, era la longitud de barba y la cantidad de veces que ponía cine en un mensaje.
Cuanto más larga, más preocupaciones y quebraderos de cabeza tenía y menos palabras le salían. Ahora se trataba de buscar financiación para salvar el patrimonio familiar y una búsqueda personal, la crisis le había dejado fuera de juego y sin saber a qué atenerse en el ámbito laboral; demasiados años acoplado en un mismo sitio le habían hecho creer que sería un trabajo para toda la vida. Soñaba con dar un giro a su vida, pero no se movía. 
Conoció a Esperanza con la excusa de un expediente de regulación empleo, en el que estaba inmerso. Enseguida se sintió atraído por su cara franca y su fina ironía. Durante las dos próximas semanas tendría motivos para verla, pero y ¿luego?... Como buen ingeniero trazó un plan, además de solventar sus problemas jurídicos, trataría de recabar información sobre sus gustos. Así supo que ella era una gran cinéfila y en un ataque de valor, la invitó al cine.  Ella aceptó. Disfrutaron de la película y de su compañía a pesar de que la despedida fue algo abrupta, Jaime no había pensado en ese "después" y su timidez se impuso. Dejó pasar los meses, esperando el estreno de una película tan buena que no pudiera rechazar una nueva invitación.
   Una de las mejores amigas de Jaime era la compañera de trabajo de Esperanzan y siempre estaba incordiando a uno y a otro, con preguntas sobre sus encuentros. Además del cine, compartían otra cosa en común, el malestar que les producía sus comentarios y  ¿por qué no? las ganas de matarla... a veces ¡claro!.
   Siendo los dos valencianos, era de obligado cumplimiento quedar con los amigos en fallas; cada uno quedó con los suyos y quiso el destino, la sincronía, la física cuántica o el sursum corda... ¡vaya usted a saber! que coincidieran en una de las verbenas . Jaime rodeado de los suyos, se encontraba cómodo y seductor. Esperanza, se dejo seducir. Esa noche hicieron un pacto.....                                           CONTINUARÁ....

P.D. Historia patrocinada, por una larga espera en una comisaria, una falla barbuda y una  amiga.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

ROLLO DE PELICULA

Ayer me hablaron de cine, mas bien de directores con rigor histórico para ser exactos. Y me acordé de este rollo de película...

Es tarde, estoy cansada de dar vueltas y me duele el mundo que conozco. “Una vida entera dedicada al cine” dirá mi epitafio. Mi presente, otra: “Una vida entera dedicada a visualizar miles de imágenes, reteniéndolas, sin apenas tiempo de digerirlas”. Así transcurre mi existencia, gris y lúgubre, buscando el calor de un motor bien engrasado y soñando en exceso.
Quiero ser música  de cine en un día de lluvia, quiero sentir el refugio de mi alma tras los cristales, alcanzar mundos paralelos donde moverme como los vestidos de noche de las grandes actrices de Hollywood, respirar el aroma de la tierra mojada.
Quiero sentir la calidez de la madera de los decorados, escurrirme por el vacío de los objetos de atrezzo y acariciar la luz inventada de sus escenarios, sin saber si es de noche o de día, sintiendo sólo el momento, el preciso instante de la acción, recrearme en la visión de paisajes y animales exóticos, morar habitaciones amplias, gozar en las camas de ensueño y paladear las delicatessen que visiono, abandonar esta existencia fría de caja de metal, fundirme en las imágenes que proyecto y dejar de ser continente para ser contenido.
 Siempre rodeada de máquinas, clichés, negativos, latas, bandas sonoras, reproductores, manos que me soban y me trasladan cada noche del armario al proyector.
No quiero ser más un rollo de película.
© Historias de Eva, S.L.
Maira Gall