Me busca los colores, me mira con interés, con mucho interés diría yo, me clava sus pupilas y me observa tanto que me siento pequeño.
Sabe que me gusta cuando acerca su nariz a mi cuerpo, cuando con la punta de la lengua me prueba, cuando cierra los ojos y aproxima sus labios... en ese momento, sabe que me hará suyo, que mi líquido recorrerá su garganta y saciará su sed, que me aroma flotará en su paladar y que mi bouquet habrá alcanzado su destino.
Nota: Publicado en el I Certamen Internacional de Literatura Hiperbreve "El Rioja y los 5 sentidos"
La foto no es de un rioja, sino de un vino valenciano, con una etiqueta y nombre chulos, pero algo ácido, en mi opinión, que tomé en viernes, en buena compañía. A parte de recibir un regalo inesperado (falta la dedicatoria), descubrí con cierta timidez, la primera impresión que causé en uno de los comensales, todavía me sonrojó al pensarlo.