Valencia
Mostrando entradas con la etiqueta Valencia. Mostrar todas las entradas

jueves, 11 de noviembre de 2010

DEDICATORIAS

   He vuelto a recuperar las fotos que hice de las miles de dedicatorias plasmadas en los libros que me han regalado, vale,vale sólo son cientos, ¡qué le vamos a hacer!. Y entre ellas, una de hace tiempo, que me sorprendió, por no recordarla y es que la poesía nunca ha sido lo mio. El libro, un clásico entre los clásicos: Veinte poemas de amor y una canción desesperada.

   Y ahí va mi historia, para ti R., aunque no haya leído el libro.

EL AMANTE 

     -¿Qué pasaria si pogueres reescriure la teua uida?- Le dijo en su lengua aprendida de niño, acariciando cada una de las palabras y dejando que se enredasen en su cuerpo.
     No supo que decir. El solo hecho de pensar en sus consecuencias, la paralizó. Ella se quedó naufragando en la atmósfera del café. No podía articular palabra.
     Se limitó a ofrecer sus ojos permitiéndole entrar en los lugares donde sólo viven las sombras para que él pudiera contestar la pregunta, mientras el eco de la misma subía sigilosa por su pierna.

martes, 19 de octubre de 2010

LA VIDA ES CAPRICHOSA

Es mi frase.

   Ya no sé si la inventé o ya lo estaba y la hice mía, da igual, el resultado es el mismo: es una verdad como un templo. Y si no,¿ por qué no he podido ir a mi primera clase de teatro? ¿por qué alguien ha decidido morir en las vías de un tren, hoy? ¿Por qué he puesto una nota en un deportivo con  asientos de piel? ¿por qué invité a un desconocido a tomar café a casa? ¿Por qué un africano enseña a bailar salsa a una sudamericana?  ¿Por qué actúan los Lori Meyers por cuatro euros?  Caprichos, casualidades, señales... llamadlo cómo queráis, pero están ahí delante de vosotros.

   Ahí va la lista: De los visibles: el juego de café que jamás me hubieran regalado de no haber venido a Valencia; la cafetera con la receta secreta de la italiana E. la única ausente; las cucharas que después de dos años descubrí que hacían juego con los estores de la cocina; las tazas azules del cumple en el que todos decidieron regalarme bolsos, en un garito en Oporto; los posa vasos de Rodilla que automáticamente relaciono con las bizcoletas de Viena Capellanes (probadlas!); el universo "Hacendado" en forma de sacarina (pido royalties desde aquí), los pies de S. (soriana de un corazón enorme) a la que conocí cuando S. decidió volver; la tónica de A. y el móvil de G. (hermanas que me han enseñado lo que significa que te acaricien el alma), a las que conocí por S.; los pies de B. ( el hombre por descubrir) al que conocí por E; los pies de A. (un diamante en bruto)  la que conocí por E; los pies de E. (mi tocaya, hablamos el mismo idioma)  a la que conocí por V., los pies de S.(mi Amigo) al que conocí por AB, la taza de N. (la dulzura personificada) a la que conocí por E., el vaso con las hierbas ibicencas de cuando tenía otro estado civil, y en el anonimato la taza de A.(el que será mi profe de teatro, si otra muerte no lo impide), el palet de obra de barrio pijo convertido en mesa.

   De los invisibles: el éxito del fuego a pesar de las piezas que sobraron al montar la barbacoa y la hierbabuena seca, el chill-out camaleón, el postre de Ampa, la sesión de trivial, primero el petardo (regalado por petardas también)  y después el serio (regalo de los Reyes y de mis hermanas), el universo porno,  la picaresca española hecha verbo, las clases de salsa sin mujeres, la coña del mechero-ligón, el poder de Africa...

   Y después de todo esto, ¿quien se atreve a decir que la vida no es caprichosa? ¿qué los que compartimos horas, comida, risas, bebidas, juegos, conversaciones, proyectos, ideas, muchas ideas.... no somos más que caprichos?

  


martes, 12 de octubre de 2010

EL MAR CASERO


  

 Aquí estoy en casa, viendo como cae la lluvia, que siempre queda muy bucólico. Ayer fue un día extraño, pasado por agua también, pero en forma de clase de aquaerobic, con una novedad  y es que un chico se ha atrevido a probar nuestras clases, no le doy más de un mes dando saltitos al ritmo de la música. El caso es que cuando iba para la piscina, casi me atropellan, faltó un pelo para que no pudiera acudir a mi cita. Con el susto en el cuerpo y las piernas temblando llegué al vestuario, me cambié y en una vez en el líquido elemento, mi cuerpo se tranquilizó por completo.

   Hoy, me he estado peleando con la lavadora, la muy ingrata, ha decidido estropearse en la fecha límite de la garantía, ha decidido probar mi paciencia, con una pieza de la puerta, ¿cómo se puede arrancar de cuajo, el mecanismo de apertura? pues sí, ya os digo que se puede arrancar y añado: ¿cómo un mecanismo aparentemente fácil es como el cubo de kubrik?. Después de conseguir unir la pieza y montarla, hay algo que falla y no se cierra la muy puñetera. Mañana seguiré metiéndole mano. Y después de esta historia, os contaré otra, como no relacionada con el agua.

EL MAR CASERO

Todo está en calma, es de noche. El rumor del agua apenas se hace audible. En el horizonte de la ventana crece el día y se produce el mar casero. Como en la desembocadura de un río, el agua dulce de manera lenta, tranquila, constante entra en el contacto con el mar, allí la reciben sus habitantes, girando, dando vueltas, arriba, abajo, derecha, izquierda, más vueltas.
De repente la masa de agua queda en calma ¿qué ocurre?. Sus habitantes perplejos apenas se mueven, el líquido que los contiene no tiene actividad. Algo cambia, una gran sacudida los agita bruscamente, ¿es un maremoto?. No, es diferente, de nuevo una entrada de agua los invade con fuerza, provocando otra vez una sacudida en sus cuerpos, estableciéndose una lucha por mantener el equilibrio y sin embargo, siguen dando vueltas, más vueltas, remolinos, giros centrípetos….
Silencio. Un clic metálico indica el final, la lavadora ha terminado su programa

martes, 5 de octubre de 2010

EL COMIENZO

  



 Si, mi nombre es Eva, como la primera mujer, la del pecado original. Y aquí será donde purgue en lugar de mis pecados, mis historias, las que se corretean por la mente, las que tecleo entre mis dedos cuando las creo y las que espero cobren vida en este rincón.


   El origen del blog, fue una página web, hoy sin contenido pero con alma. El site creció por otros caminos y otras almas entraron en juego, el origen se fue diluyendo hasta casi desaparecer. Y es aquí, donde se encuentra el germen, con otro nombre, con la misma ilusión y con las mismas ganas de seguir escribiendo historias, propias y ajenas (por encargo), donde el protagonista puedas ser tu.
© Historias de Eva, S.L.
Maira Gall