martes, 29 de mayo de 2012

EL HOMBRE Y LA BESTIA

   Todas las semanas veo esta escultura. Todas las semanas me perturba. Todas las semanas pienso en las fauces del cocodrilo y en lo que parece ser un hombre sometiendo a la bestia; aunque sólo lo parece, porque si me fijo comparten dos de sus extremidades. 
   Y es que en el fondo, todos llevamos una bestia dentro. A veces duele descubrir todo el daño que pueden hacerte. Por fortuna si te lames las heridas a tiempo, las marcas de sus fauces duelen menos.

3 comentarios

  1. es bueno alejarse de la bestia.....independientemente de donde este

    CON

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    Respuestas
    1. la bestia siempre va con nosotros..solo hay que procurar que los demas no la sienten

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    2. Tienes razón Anónimo, la bestia hay que tenerla bajo control. Eso no quita que de vez en cuando haya que enseñar los dientes, grrrr ;-)

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Maira Gall