Ayer hice esta foto en casa de una amiga, y caprichosamente la luz del sol quiso, que el muñeco articulado (el pobre no tiene nombre) pareciera un yogui rebosante de energía kundalini. La misma energía que me mueve, estos días, para aventurarme a renovarme el pasaporte e irme a Madagascar, con una ONG pequeña y de la que he escrito otras veces; escribir a un periódico de tirada nacional dando las gracias a mi ex-jefe por despedirme; hacerme cargo del grupo de teatro infantil y preparar la obra de fin de curso y bailar hasta el amanecer ritmos extraños, hablando francés (más concretamente soltando nombre de perfumes J´adore o bombones Mon Chéri...) entre luces y sombras, viajes a Suiza y una tarta de cumpleaños conceptual.
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Impresionante la de cosas que puedes hacer a lo largo de un dia
ResponderEliminarCOn
Y no siempre lo cuento todo ;), Con.
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