miércoles, 28 de noviembre de 2018

SIGILO


SIGILO 

    Monique me avisó. Sabía que estaría esperándome a la salida del taller, aún así me hice la sorprendida.  

   - ¡Oh, qué alegría André! No te esperaba ¿Quieres que vayamos a dar un paseo?
   
    - Prefiero ir al café de la Alameda, Colette. Necesito decirte algo.

    - Ah sí, claro ¡me gusta mucho su limonada!

   Uno al lado del otro, a una distancia prudencial, para compensar la poca que existe entre ellos en sus encuentros, se dirigen hacía la alameda. Collette está ansiosa por compartir la noticia, piensa que será un buen lugar, mientras tanto hablan de los encargos del taller y de los nuevos patrones que han llegado. André le contesta con monosílabos,  también quiere llegar al café para estar más cerca y decir lo que tanto le pesa.

   Los dos entran en el establecimiento, a esa hora no hay mucha gente. -Tengo que decírselo cuanto antes- piensa- enseguida todo será algarabía. Y con una sonrisa amplia pide la limonada de la casa.

   André en cambio pide un vaso de vino caliente, necesita atemperar el cuerpo.

   - Y bien, Collette, quería decirte...- Ella le interrumpe feliz. 

 -Espera, déjame a mi primero, yo también quiero decirte algo... Y aplastando con sus manos las chorreras de la chaqueta a altura de su ombligo le susurra- ¿te lo puedes creer?

  André se enciende la pipa, mira para otro lado y dice bajito al infinito: Mi mujer está embaraza, no puedo hacer nada ya.

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