Ayer acudí como cada año, a mi cita con la Escuela de Escritores, para disfrutar de una jornada de puertas abiertas que sobre el Máster de Narrativa daban y a cuyas pruebas de selección me presento anualmente, y que hasta ahora no he podido aceptar la plaza asignada por falta de horario y dinero (estoy por hacer un crowfunding entre colegas).
También quedé con Rosa Montero, ¡qué energía desprende y qué gusto da oírla! Su intervención sobre el proceso creativo, un regalo y su opinión sobre la mirada de los que habitamos mundos paralelos, una verdad como un puño.
Y descubrí a un fotógrafo americano, con padre psicoanalista y consulta en el sótano de la casa familiar, que sirvió de inspiración para este apunte sobre publicidad.
LA PUBLICIDAD NO ENGAÑA
Leyó de nuevo las instrucciones del fregasuelos. Se agachó para comprobar el estado del parquet.
- ¡Coño, pues es verdad, brilla! ¿y la fregona?
Abandonó la postura tan incómoda que todo su desconcierto le había hecho mantener y vio al otro lado del salón una luz tenue en la cocina.
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