He tenido prácticamente que irme al "culo del mundo" para ver la luna al revés y desprenderme de muchas cosas, unas materiales y otras no. Entre las primeras las he compartido con:
-Un grupo de niños que nos ganaron desde el minuto uno con su disciplina, su sonrisa, las ganas de caricias y juegos que traían.. y la gratitud de algunas de sus madres (no todos tenían)
-Hanitra, nuestra guía en la sombra, consciente de lo difícil que lo tiene una mujer y orgullosa de ya no tener a su lado a un maltratador y poder trabajar.
-Nissa, nuestro conductor y dj particular; cantante de un grupo religioso (la mayoría en la isla son protestantes y practicantes, o practicantes protestantes? :-)), amenizándonos los cientos de kilómetros, con sus paradas correspondientes ante los puestos de policía. Su próxima gira... Canadá.
-Manitra, nuestro traductor a tres idiomas, y fotógrafo internacional, disfrutando como uno más de nosotros de su propio país. Con un doctorado en informática, pendiente de defender en una Universidad española.
- Christian, el jubilado francés de voz ronca, con sus cientos de empleos y su historia de cómo volvió al sur, un sur diferente del de su madre (que era de Huelva).
-Un grupo de niñas adolescentes, llenas de vida y curiosidad, con un pasado denso.
-Larissa y Jessie, hermanos y responsables, sobre todo el último del origen y nacimiento del baobab solidario (dejo su ojo, ya contaré su historia).
Con todos ellos y con el grupo de viaje he compartido intentas emociones, tiempos de espera, kilómetros, lunas llenas, bailes, cine sobre sábana blanca cerca de los manglares, plantación de patatas, desparasitación, tarde de "torrijas" y bailes, paseos por las salinas, avistamiento de ballenas, y cómo no !la final de España en la Europa!.
M y su "todo por 10.000"; L y sus dibujos en las pizarras escolares; P y sus remedios naturales, D y la elegancia de vestir de malgache, P "salvaje" con su sonrisa franca, E y su generosidad con la crema casera repelente; L y su gusto por los pareos. Otra L y su pata quebrata; R con sus cuentos mágicos sobre baobabs; A y sus nubecitas de leche; R y sus preguntas; G y su banco de tiempo; C, el talismán de la selección; A y sus miles de fotos; J y sus tecnologías; D, elegante hasta en pijama, Az y su perfecto regateo francés, JL y su agua de Coco; S y P, voluntarios con miles de historias de perros y gatos J, la semilla de esta aventura, empeñado en crecer rápido y devolver la visita y claro está M, colega de aventuras y desventuras. Gracias a todos, por hacerme un viaje tan intenso.
A mi vuelta he plantado una semilla...espero ver sus frutos el próximo año.
Entre tantas emociones y cambios, no he tenido tiempo de ponerme al día de mi misma. Y es que... para rematar...vuelvo a ser poligonera ;.)... ¿qué añadir? Lo dicho Moraaaa moraaaaa....