lunes, 14 de marzo de 2011

VIVO, LUEGO ESCRIBO. ESCRIBO, LUEGO DE MAYOR QUIERO SER MILLAS.

   He estado pensando mucho estas frases. La primera no admite su contraria (escribo, luego vivo). Es por lo que estoy viva y participo en el mundo, por lo que escribo. Porque me hago preguntas; porque intento ponerme en la piel de los demás, para comprenderme, aunque a veces en ese ejercicio haya perdido mi brújula. No soy una mente analítica ni fría, ni calculadora..por lo que a veces mis argumentaciones, tienen tantos puntos de vista, que es difícil saber qué digo (un ejemplo claro de pura contradicción), como me decía un amigo: hay muchas Evas en ti, y no seré yo quien le quite la razón. Al escribir, no busco la adulación, aunque me entusiasme; no busco la fama, aunque la anhele (me encanta esta palabra); no busco el éxito, por que lo tengo, pequeño eso sí; solo busco el placer de plasmar mis posibles vidas y las vidas de aquellos que conozco o desconozco.


   Y la segunda, como dice el dicho, es una verdad como un templo. Me encanta, su estilo, su imaginación desbordante, la capacidad de encontrar metáforas y símiles en los sitios más insospechados. A veces, juego a ser él, y es francamente divertido.
   Toparse con un cartel como el de la foto, hace que se disparen todas las alarmas, y lo que era una visita turística, se convirtió en un templo atacado por psicópatas urbanos; jugando al rol entre sus muros, atajando sin descanso de calle a calle, situando en una el cielo, en otra el infierno y en el mismo centro de la iglesia su particular purgatorio; donde juegan a marcar viejas con tiza, para luego contar según la salida que tomen, las buenas y las malas viejas y determinar el vencedor de la partida.
   O si no, el fiel, la frase de orar en silencio y se pone en medio de la capilla del santo correspondiente, a darse golpes en el pecho, a hablar tan alto como se lo permiten sus pulmones, a quebrarse en señal de fé, ante su santo de yeso y plástico fino. Y ¿Quién respeta de verdad? ¿El que habla para toda la corte celestial? O ¿el que en silencio, visita la iglesia, intentando amortiguar el ruido de sus zapatos?
   Y para rematar, leo la última frase, e imagino que el templo que visito está erigido en honor a San Broker, acaso ¿es imprescindible tener más de dos teléfonos móviles para asistir a su culto? ¿Si te dejas uno en casa, ya no puedes entrar? ¿Tendrá el santo suficiente cobertura para todos?

1 comentario

  1. interesante reflexion......aunque tambien sería certero poner: Solo se que no se nada, para intentar definir tanta pregunta o reflexion que has indicado.
    A veces el pensar tanto nos lleva a estados mas oscuros de los que imaginabamos antes de empezar, pero con la ventaja de que durante el pensamiento activamos la particula que durante gran parte del dia no actua....

    CON

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Maira Gall